¿Cómo puede un océano sano mejorar la salud humana y el bienestar en un planeta que cambia rápidamente?

Los Libros Azules previos del Panel del Océano han explorado temas como las amenazas ambientales al océano, los avances oceánicos en energías renovables, la restauración costera, las prácticas sostenibles en la pesca y el transporte marítimo. Este Libro Azul examina los vínculos entre el océano y la salud humana. Su propósito es proporcionar a los jefes de gobierno y líderes mundiales evidencia sólida sobre las conexiones entre la salud de los océanos, la salud humana, el bienestar social y la economía global, mientras estos líderes buscan trazar las próximas acciones urgentes para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y hacer realidad el menos financiado de ellos, el ODS 14, sobre la vida submarina (FEM 2022). Este Libro Azul identifica oportunidades para sostener y proteger el océano de maneras que mejoren la salud humana y promuevan un desarrollo económico justo y equitativo.

Los objetivos específicos de este Libro Azul son dos. En primer lugar, busca catalogar sistemáticamente las oportunidades que ofrece el océano para mejorar la salud y el bienestar humanos. En segundo lugar, busca presentar a los responsables de políticas regionales, nacionales e internacionales un conjunto de acciones factibles, basadas en la evidencia, para mejorar la salud y el bienestar humanos mediante el aprovechamiento equitativo de los grandes beneficios del océano, a la vez que se conserva y gestiona eficazmente su belleza y riqueza para las generaciones futuras (Figura ES-1, Tabla ES-1).

A lo largo de este Libro Azul, enfatizamos la importancia de las alianzas intersectoriales e internacionales, así como de una estructura global de leyes, tratados, directrices y entidades organizativas que aprovechen nuestra creatividad e inteligencia colectivas, frenen el afán de la humanidad por las ganancias a corto plazo, impulsen al mundo hacia una mayor sostenibilidad y creen una economía sostenible y más equitativa que priorice la salud y el bienestar humanos (Papa Francisco, 2015; Abbasi et al., 2023; Fleming et al., 2023). Argumentamos que la preservación de la salud oceánica y humana requerirá métricas y estructuras de gobernanza que vayan más allá de las medidas de productividad a corto plazo, como el producto interno bruto (PIB), y que valoren explícitamente el capital humano y natural; aborden las causas políticas, económicas y éticas subyacentes de la actual crisis planetaria; y centren la justicia y la equidad, en particular con respecto a las comunidades previamente marginadas, como los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Un artículo reciente publicado en más de 200 revistas de salud subraya simultáneamente la urgencia actual de actuar en favor de la salud de los océanos y de los seres humanos ahora:

Más de 200 revistas de salud instan a las Naciones Unidas, a los líderes políticos y a los profesionales de la salud a reconocer que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad constituyen una crisis indivisible que debe abordarse conjuntamente para preservar la salud y evitar una catástrofe. Esta crisis ambiental generalizada es ahora tan grave que constituye una emergencia sanitaria mundial.

(Abbasi y otros, 2023)[1]

Fundamentalmente, dado que los profesionales de la salud tienen la tarea de mantener y restaurar la salud, son comunicadores expertos y miembros de confianza de las sociedades en su función de defensores de sus pacientes, el sector de la salud se encuentra en una posición privilegiada para liderar la protección de la salud humana mediante la protección de la salud del océano (Depledge et al. 2019; Romanello et al. 2023)[2]. Sin embargo, actualmente no están suficientemente informados sobre la necesidad de esta labor ni participan en ella. Involucrar a los profesionales de la salud y al sector de la salud en la protección de la salud del océano requerirá esfuerzos innovadores en múltiples áreas, incluyendo la reducción de la huella de carbono del sector de la salud, la reducción de los desechos médicos y la contaminación, el apoyo a una mayor alfabetización oceánica para promover la defensa basada en la ciencia en nombre de los pacientes y el énfasis en la salud y la prevención de la población[3]. Estos esfuerzos se extenderán a muchas áreas, como la energía, el transporte, las cadenas de suministro, la alimentación y la educación. Todo el sector de la salud debe participar, incluyendo hospitales, sistemas de salud, salud pública, biotecnología, productos farmacéuticos, asistencia social y salud indígena.

En este Libro Azul se presentan de manera activa una serie de acciones y oportunidades que pueden y deben comenzar de inmediato para sostener, proteger y ampliar la salud de los océanos y de los seres humanos (Figura ES-1; Tabla ES-1)[4].

Identifica tres acciones clave de suma importancia tanto para la salud de los océanos como para la salud humana:

• Proteger, restaurar y gestionar la biodiversidad oceánica. El gran potencial de las medicinas marinas, la biotecnología y las fuentes de alimentos marinos depende de la protección colaborativa y eficaz, y de la gestión sostenible de la biodiversidad marina. Para ello, es esencial que las naciones del mundo ratifiquen e implementen, con un compromiso genuino con la gestión eficaz para la protección de la biodiversidad, la equidad y el bienestar humano, el Marco Mundial para la Diversidad Biológica del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el Acuerdo sobre Subsidios a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo sobre la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Marina de las Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ), en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
• Combatir el cambio climático y eliminar la contaminación. La salud de las poblaciones costeras depende de frenar el cambio climático para prevenir fenómenos meteorológicos extremos y limitar el aumento del nivel del mar, así como de evitar en la mayor medida posible que todas las formas de contaminación lleguen al océano para conservar fuentes de alimento marinas saludables, con especial atención a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de combustibles fósiles a cero para 2050 y a la eliminación de la contaminación por plásticos. Para ello, las naciones del mundo deben cumplir sus compromisos con el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los resultados de la COP28 y el Tratado Mundial sobre Plásticos de las Naciones Unidas.
• Mejorar la medición y promover la equidad. Los indicadores de la salud oceánica y humana deben integrarse en los programas continuos de monitoreo, prevención y evaluación, y estos datos deben ser de libre acceso público. Para ello, la evidencia y los indicadores vinculados de la salud oceánica, la salud y el bienestar humanos deben incorporarse en todas las políticas y la toma de decisiones en torno a las interacciones entre el océano y los seres humanos, y esta información debe hacerse pública.

Debemos actuar ahora para inspirar y trabajar en colaboración con individuos, comunidades, empresas, formuladores de políticas, el sector de la salud y gobiernos de todo el mundo para participar en una nueva visión de ciudadanía oceánica y gestión planetaria.

Notas:

GBF = Marco Mundial para la Diversidad Biológica. Los círculos se representan según la viabilidad (eje y: capacidad de llevar a cabo la acción propuesta, considerando los recursos, el gobierno y la cultura) y el tiempo necesario para obtener beneficios (eje x: tiempo necesario para obtener los beneficios de la acción propuesta). El tamaño relativo del círculo refleja la magnitud del impacto de la acción (en términos de beneficio general para la salud oceánica y humana a nivel mundial). Todas las acciones deben iniciarse de inmediato. Esta figura se incluye principalmente como ayuda visual para el lector. Se basa en la interpretación de los autores de la mejor evidencia disponible, no en un análisis cuantitativo de toda la información disponible. Fuente: Autores.

Notas:

Las acciones se clasifican según los temas de este Libro Azul y de la Agenda de Transformaciones (Panel Oceánico 2020). Todas las acciones deben iniciarse de inmediato. También se indica el responsable principal de cada acción.