Tabla de contenido
- Prefacio
- Reflejos
- Resumen ejecutivo
-
Introducción
- 1. Oportunidades oceánicas para la medicina y la biotecnología
- 2. Oportunidades del océano para construir y mantener la seguridad alimentaria
- 3. Oportunidades del océano para mejorar la salud física, la salud mental y el bienestar social
- 4. Oportunidades oceánicas para hacer crecer la economía y mejorar la salud al abordar la inequidad
- 5. Acciones inmediatas para un océano sano y sostenible y un futuro humano saludable
- Apéndice A. Definiciones clave y glosario
- Apéndice B. Resumen de las principales acciones recomendadas por sección
- Referencias
- Agradecimientos
- Sobre los autores
Introducción
La salud humana y la salud del océano están inextricablemente vinculadas. El océano es fuente de alegría, paz, recreación y restauración. Las interacciones con los espacios azules —costas, marismas, playas y el propio océano— mejoran la salud física, la salud mental y el bienestar de los seres humanos desde la infancia hasta la vejez (White et al., 2020). Para miles de millones de personas, el océano es una fuente esencial de alimentos, micronutrientes, medios de vida y tradiciones. La economía oceánica genera más de 1,5 a 2,5 billones de dólares estadounidenses al año y proporciona más de 30 millones de empleos formales (OCDE, 2016), con millones más de personas empleadas informalmente en la pesca artesanal y en pequeña escala. Las especies oceánicas han proporcionado múltiples medicamentos esenciales, algunos de los adhesivos más resistentes del mundo e inspirado nuevas visiones en la arquitectura y la ingeniería (Fleming et al., 2019; Fleming et al., 2021).
OCÉANO
Los términos «océano» y «océano global» (ambos en singular) se utilizan cada vez más para expresar el concepto de que las costas, los mares y los océanos del mundo son, de hecho, un solo océano, que contiene ecosistemas únicos dentro de mares y zonas oceánicas regionales específicas, y por el cual todos los seres humanos tienen una responsabilidad compartida. (Fleming et al., 2023)
ECONOMÍA OCEÁNICA SOSTENIBLE
El uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y el empleo, preservando al mismo tiempo la salud de los ecosistemas oceánicos. (Banco Mundial y DAES, 2017)
SALUD DEL OCÉANO
Los mares, las costas y los océanos gozan de buena salud cuando son resilientes, productivos y diversos. (Franke et al., 2020)
El océano es un componente esencial de los sistemas planetarios que sustentan la vida en la Tierra. Contiene la mayor parte del agua del planeta, produce gran parte de su oxígeno y es responsable de casi la mitad de la producción biológica primaria. Al absorber el 25 % de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y más del 90 % del exceso de calor atmosférico, el océano estabiliza el clima global y frena el calentamiento global (Friedlingstein et al., 2019; HoeghGuldberg et al., 2023).
Sin embargo, la salud del océano está cada vez más amenazada, y las amenazas actuales a la salud del océano son en gran parte de origen humano. Abarcan desde los crecientes impactos del cambio climático (p. ej. fenómenos meteorológicos extremos, calentamiento del océano, derretimiento del hielo polar, aumento del nivel del mar, acidificación y desoxigenación de los océanos), hasta prácticas pesqueras industriales que dañan los ecosistemas oceánicos y agotan las pesquerías, hasta la extracción de petróleo y gas, la minería en aguas profundas y la contaminación (Nash et al. 2017; Landrigan et al. 2020). Por ejemplo, la urbanización costera y la contaminación por nutrientes y microbios aumentan la frecuencia de floraciones de algas nocivas, y estas ponen en peligro las especies fotosintéticas costeras (p. ej. pastos marinos y algas marinas) en todo el mundo (Berdalet et al. 2016). La disminución de la biomasa de las especies fotosintéticas reduce la capacidad del océano para almacenar CO2 (Filbee-Dexter et al. 2023) y su capacidad para generar oxígeno. La contaminación plástica (incluyendo macroplásticos de gran tamaño y partículas microplásticas cargadas de sustancias químicas) derivada de combustibles fósiles es generalizada y se agrava rápidamente (Landrigan et al., 2023). Las sustancias químicas nocivas que se filtran de los polímeros plásticos se bioacumulan en los tejidos de las especies acuáticas y contaminan las cadenas alimentarias (Landrigan et al., 2023). Todas estas amenazas a la salud de los océanos pueden perjudicar la salud humana, provocando desnutrición, enfermedades gastrointestinales agudas, neurotoxicidad paralítica o enfermedades crónicas como las cardiovasculares y el cáncer (Figura 1).
Desde la Revolución Industrial, el medio marino ha experimentado un descenso significativo de la biodiversidad. Algunas especies marinas ya se han extinguido y muchas más se encuentran amenazadas (Roberts, 2007; McCauley et al., 2015). A menos que la humanidad tome medidas urgentes para proteger la diversidad biológica del océano, se perderán más especies, los secretos genéticos y biológicos que estos organismos albergan desaparecerán para siempre y sus posibles beneficios para la salud y el bienestar humanos jamás se materializarán.
Para que la economía oceánica crezca de forma sostenible y que nuevos productos, medicamentos y otras oportunidades sigan surgiendo del océano, debemos conservar y gestionar eficazmente su rica diversidad biológica y garantizar el uso de los recursos marinos por parte de todas las personas mediante la creación de una economía oceánica sostenible y equitativa. Para alcanzar estos objetivos, serán esenciales las alianzas intersectoriales e internacionales, una red mundial de leyes y tratados, y métricas del bienestar económico nacional y mundial que trasciendan las medidas de productividad a corto plazo, como el producto interior bruto (PIB), e incluyan una evaluación explícita del capital natural y humano.

Diseñado por Will Stahl-Timmins, publicado por primera vez en Fleming et al. 2019.
Métricas económicas
El producto interior bruto (PIB), la métrica económica más utilizada, mide el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos en un país en un período determinado. Si bien es una medida útil de la productividad, el PIB no mide la riqueza nacional, que incluye el valor económico de los recursos naturales, humanos y sociales de un país. Por lo tanto, el PIB no contabiliza las pérdidas de recursos derivadas de la producción. Una evaluación económica más completa incluye el PIB, así como la valoración del capital natural, humano y social (Kubiszewski et al., 2013).
Las conversaciones sobre la relación entre el océano y la salud humana se han centrado tradicionalmente en los riesgos y las amenazas. Forman parte de un creciente debate sobre los impactos negativos de la humanidad en la salud planetaria. Pero esa es solo una cara de la moneda. La buena noticia es que el océano ofrece enormes oportunidades para mejorar la salud y el bienestar humanos (Figura 1).
Este documento técnico del Panel sobre los Océanos explora estas oportunidades.
Para contextualizar, el documento detalla primero los riesgos y amenazas derivados de las interacciones actuales entre los seres humanos y el océano. Sin embargo, nos centramos principalmente en las oportunidades y los numerosos beneficios, aún no plenamente aprovechados, que el océano ofrece a la humanidad. En particular, nos centramos en las medidas que se pueden adoptar ahora para beneficiar tanto la salud del océano como la salud y el bienestar de todas las personas, tanto ahora como en las generaciones futuras.
Este Libro Azul analiza los conocimientos actuales y la mejor evidencia disponible sobre la salud de los océanos y de los seres humanos en cuatro áreas clave:
- Medicina y biotecnología
- Construir y mantener la seguridad alimentaria
- Mejorar la salud física, la salud mental y el bienestar social
- Hacer crecer la economía y mejorar la salud abordando la inequidad
Cada sección identifica oportunidades específicas para la acción individual y colectiva de los responsables políticos locales, regionales e internacionales. El resultado es una recopilación de oportunidades locales, nacionales y transnacionales de acción e inversión, que incluyen políticas gubernamentales, acuerdos internacionales y oportunidades de inversión sostenible. En una sección final, clasificamos estas acciones según su viabilidad e impacto, y distinguimos entre aquellas que producirán beneficios inmediatos y aquellas cuyos beneficios se concentrarán principalmente en las generaciones futuras. Recomendamos que todas estas acciones comiencen ahora.
A lo largo de este Libro Azul, destacamos la necesidad de acciones justas, inclusivas y diseñadas para garantizar que todos los miembros de la sociedad se beneficien al máximo. Hacemos hincapié en la necesidad de involucrar plenamente a los representantes de los pueblos indígenas, las comunidades costeras marginadas, los pescadores artesanales, los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID; también conocidos como «grandes Estados oceánicos») y las poblaciones que viven en las áreas marinas protegidas (AMP) y sus alrededores, y otras áreas designadas como «protegidas», en toda la toma de decisiones y las acciones para proteger o

Desarrollan el océano (Bennett et al., 2018; Blythe et al., 2023; Villasante et al., 2023). Estas comunidades corren un riesgo desproporcionado ante las perturbaciones de la salud planetaria y oceánica, pero también son guardianes del océano desde hace mucho tiempo y guardianes de un conocimiento empírico adquirido con mucho esfuerzo que puede guiar los esfuerzos locales y globales para mitigar y adaptarse al cambio climático y preservar la biodiversidad (Berkes et al., 2000).
En cada sección, enfatizamos la necesidad de un seguimiento y una evaluación continuos de todas las intervenciones, así como del establecimiento de programas colaborativos de prevención, intervención y adaptación. Esto es especialmente importante dada la rápida evolución del cambio climático y sus consecuencias. Solo mediante la medición continua y la difusión transparente de datos compartidos se puede evaluar la eficacia, detectar consecuencias imprevistas, mejorar las políticas y corregir el rumbo.
A lo largo de este Libro Azul, empleamos diversos marcos para visualizar las amenazas, los beneficios y las oportunidades de intervención. Estos abarcan desde la consideración de los servicios ecosistémicos y los límites planetarios, hasta los conceptos de Salud Planetaria y Una Salud, pasando por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, los 10 Desafíos del Decenio de los Océanos de las Naciones Unidas (Villasante et al., 2023) y la Agenda de Transformaciones del Panel Oceanográfico (Panel Oceanográfico, 2020).
También nos centramos en el sector sanitario global. Hospitales, clínicas, sistemas de salud pública y todo el sector sanitario perjudican la salud de los océanos debido a sus emisiones de gases de efecto invernadero (p. ej., el 8,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE. UU. y el 4,5 % a nivel mundial), la contaminación causada por sus extensas cadenas globales de transporte y suministro, y la liberación de productos farmacéuticos, otras sustancias químicas y residuos plásticos que contaminan el medio ambiente y llegan al océano (Steenmeijer et al., 2022; Healthcare Ocean, s.f.; Senay et al., 2023).
BIENESTAR
Un estado positivo que experimentan las personas y las sociedades. El bienestar abarca tanto la salud física como la mental y está determinado por las condiciones sociales, raciales, políticas, económicas, ambientales e históricas. (OMS 2021)
SECTOR DE LA SALUD
Todas las organizaciones, personas y acciones cuyo objetivo principal es promover, restablecer o mantener la salud. (OMS 2007)
Pero el sector salud también puede ser un modelo de cambio positivo. Los profesionales de la salud tienen la tarea de mantener y restaurar la salud, son comunicadores expertos y miembros respetados y de confianza en sus sociedades (Depledge et al., 2019; Patel, 2023). Una vez formados en salud oceánica y humana, están en una posición privilegiada para influir en la opinión pública, dar ejemplo y ofrecer orientación científica a los responsables políticos, todo lo cual permitirá una mayor protección de los pacientes y las comunidades a las que sirven.
Los autores de este Libro Azul son expertos internacionales e interdisciplinarios con trayectorias intencionadamente diversas y una amplia experiencia que les permite ofrecer una perspectiva global y presentar perspectivas innovadoras para el futuro de la salud oceánica y humana (véase "Acerca de los autores"). Los autores presentan una revisión experta del estado actual de la evidencia científica y otras formas de información y conocimiento; este Libro Azul no pretende ser una revisión sistemática formal y exhaustiva de la evidencia. También incluimos varios estudios de caso ilustrativos a lo largo del documento.
Nuestro objetivo es presentar un menú de oportunidades y acciones que promoverán la equidad, la sostenibilidad, la biodiversidad y el florecimiento humano e inspirarán a las personas, las comunidades, las empresas, los responsables políticos, el sector de la salud y los gobiernos de todo el mundo hacia una nueva visión de la ciudadanía oceánica y la gestión planetaria.